El pasado 24 de Mayo tuve el privilegio de participar por tercera vez como Jueza en la final regional de Technovation Challenge, la iniciativa global que busca inspirar a niñas y jóvenes a desarrollar habilidades tecnológicas y emprendedoras. A través de este programa, participantes de entre 8 y 18 años aprenden a identificar problemas en sus comunidades y crear soluciones tecnológicas para abordarlos. Una experiencia enriquecedora, emocionante y en la que como Headhunter pude comprobar la enorme cantidad de talento de nuestras generaciones venideras. También me hizo reafirmarme en un mensaje que repito como un “mantra” en todas las ocasiones y foros en los que participo: Necesitamos más niñas en tecnología. ¿Por qué?
Por una cuestión de empleabilidad: Las mujeres somos más del 50% de la población mundial. Y en cifras globales y locales, representamos algo más del 20% en fuerza laboral tecnológica. Sólo en España el sector tecnológico tiene un déficit que algunos estudios cifran en más de 100.000 vacantes sin cubrir, en Europa esta cifra supera el millón. Más del 60% de las grandes empresas y europeas y más del 50% de las pymes tienen dificultades para atraer talento tecnológico Si consideramos que la tecnología es el motor del mundo moderno y uno de los principales yacimientos de empleo aquí tenemos el primer y contundente motivo para que las niñas valoren la posibilidad de ser tecnólogas.
Por una cuestión de sostenibilidad del sistema.. La ciberseguridad y la IA conllevan un cambio de paradigma de las capacidades profesionales. En menos de una década el 70-80% de los puestos requerirán conocimientos en el ámbito tecnológico y digital.
Por una cuestión de equidad e inclusión. Si los equipos de desarrollo fueran más diversos, se evitarían sesgos y errores y se crearían soluciones más inclusivas. La diversidad en los equipos de desarrollo permitiría por tanto abordar problemas desde diferentes perspectivas y crear productos que realmente respondan a las necesidades de toda la población.
Por una cuestión de mejora de resultados e innovación. Está demostrado que los equipos diversos son más rentables, aportan una diversidad de mirada que enriquece la innovación y esa perspectiva desde distintos prismas se traduce en una mejora de resultados.
Un último dato, que refuerza mi opinión. Technovation Challenge ha impactado a más de 150.000 niñas en más de 120 países desde su creación. Según datos del programa, el 58% de las exalumnas se matriculan en más cursos de informática después de participar en Technovation. Además, muchas han fundado sus propias empresas tecnológicas.
Por tanto, las acciones de estimulación temprana hacia carreras stem son efectivas en términos de resultados, promueven entornos equitativos y diversos y son una opción necesaria para crear las capacidades que necesitaremos como sociedad en un futuro, no tan lejano.